Hojeando un libro de recetas italianas caí en esta receta y
me la guardé. En Italia se le llama: salvia fritta in pastella
Sabía que mis vecinos
tienen una gran planta de salvia. (La mía murió hace años y no planté otra
porque es una hierba a la que no le daba mucho uso). Pero visto que ha
encantado en casa creo que no tardaré en tener una. Mis vecinos me lo
agradecerán…
Es un aperitivo italiano del que he encontrado varias versiones.
En la primera versión que vi hacían una pasta de anchoas y la ponían entre dos
hojas de salvia a modo de sándwich. En la mayoría de las recetas simplemente
rebozaban la hoja y la freían. Probé las 2 y me gustó más la versión simple.
Pero yo os comento todo para que hagáis vuestras pruebas y veáis que es lo que
más os gusta.
Después de varias pruebas me quedo con la cerveza por el
gustillo que le da.
También está la opción de añadir un huevo a la masa. Pero
bajo mi punto de vista ésta queda más pesada.
Vamos con la receta:
Lo primero de todo es cortar las hojas de salvia del tallo,
lavarlas y dejarlas sobre papel secante mientras hacemos la masa. Necesitaremos
unas 40-50 hojas.
Para el rebozado:
100 gr de harina tamizada
200 ml de cerveza muy fría
Sal
Para freír:
Aceite de oliva
En un bol ponemos la harina y una pizca de sal, y vertemos
poco a poco y sin parar de remover la cerveza hasta que nos quede una masa
suave y sin grumos. Nos tiene que quedar una masa ni muy ligera ni muy espesa.
Cogemos las hojas una por una por el tallo y las sumergimos en la mezcla. Las escurrimos bien para eliminar el exceso y las freímos (de poco en poco para no bajar mucho la temperatura) en aceite bien caliente por los dos lados hasta que estén doradas. Pasar a un plato con papel de cocina y servir inmediatamente para disfrutar del crujiente.
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