Soufflé de queso

Hoy vamos con una receta clásica pero que podemos variar a nuestro gusto cambiando el tipo de queso.

Parece una receta larga y compleja, pero todo se reduce cuando vemos que la mayoría de ingredientes son para aromatizar la leche que nos servirá para hacer una bechamel que es la base del soufflé.

Es un plato en el que podemos tener una parte preparada con antelación y en el momento en el que ya estén los invitados seguir con la receta y servir inmediatamente después de sacar del horno, pues si no se bajara y perderá toda su presencia y su  textura esponjosa.

Dificultad: Media
Tiempo: Unos 30 mín + tiempo de horneado

Para 8 unidades:

-       -   500 gr de leche

-       -   50 gr de mantequilla

-       -  50 gr de harina

-       -  1/2 cebolla

-        - 1 hoja de laurel

-        - 1 clavo

-        - 1 cucharadita de mostaza

-        -  Unas gotas de perrins

-        - 1 anís estrellado

-        -  6 huevos

-        -  Sal y pimienta

-        -  150 gr de queso para fundir (yo suelo hacerlo con quesos azules porque me gusta el sabor fuerte, pero podéis hacerlo con queso de cabra, brie, cheddar…)

-       -  60 gr de queso parmesano

-       -  Mantequilla y parmesano en polvo para los moldes

Elaboración:

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     - Llevar la leche a ebullición junto con los ingredientes que nos aromatizaran la preparación: la cebolla en trocitos, el laurel, el clavo y el anís estrellado. Dejar a fuego lento durante 5 minutos para que coja todos los sabores.

-         - Colar la leche presionando la cebolla para extraer todo su sabor.

-         - Separas las claras de las yemas de huevo.

-         - Vamos con la bechamel: Hacemos un roux con la mantequilla y la harina, y luego añadimos la leche infusionada poco a poco y sin parar de remover para que no aparezcan grumos.

 - Sazonar e incorporar los quesos rallados. Dejar templar un poco y añadir las yemas de huevo.

-        -  Añadir la mostaza y la salsa perrins y dejar enfriar. Hasta aquí podemos tener hecho con una anterioridad de hasta 2 días.

 - Pintar los ramequines o flaneras con mantequilla y espolvorear parmesano en polvo.

-         - Batir las claras a punto de nieve e incorporarlas a la base en 3 veces con movimientos envolventes.

 - Repartir en los ramequines llenando hasta ¾ de su capacidad. No llenamos del todo porque en el horno va a subir y si no se nos desparramará.

 - Se puede rallar más queso por encima para que gratine.

 - Meter en el horno a 180ºC con ventilador durante unos 12-15 minutos. Tiene que haber subido pero estar aun tembloroso.

 - Servir INMEDIATAMENTE, porque se desinflara en cuestión de segundos.