Con este calorcito propio
del verano apetecen bebidas muy refrescantes. Esta, como podréis comprobar es
mucho mas sana que las que venden. Y como no, yo siempre utilizo azúcar moscovado.
El aroma que da y que casi no está refinada la convierte en un básico para mí. Pero
si no disponéis de ella podéis utilizar azúcar normal.
Mi consejo es que hagáis
esta cantidad sin dividirla, y que la tengáis en la nevera. Os aguantará bien y
es un gustazo disponer siempre de este té.
Primero hay que hacer un
sirope de melocotón:
- 120 ml de agua
- 150 gr de azúcar moscovado
- ½ vaina de vainilla
En un cazo ponemos el
agua, el azúcar y la vaina de vainilla abierta y raspada con un cuchillo para
incorporar todas las semillas. Calentamos hasta que se disuelva el azúcar.
Entonces incorporamos el melocotón troceado. Dejamos cociendo 5 minutos a fuego
lento, apagamos y dejamos que repose tapado durante media hora.
Retiramos la vaina y
trituramos todo lo demás.
- El sirope de melocotón del
paso anterior
- 1,5 l. de agua
- 2 cucharadas soperas de té
negro
Calentamos el agua en una
olla (sin que llegue a hervir) e incorporamos el té. Si no disponéis de infusores de té lo podéis verter directamente al agua y luego lo coláis. Lo dejamos infusionando 3 minutos. No lo dejéis mas porque sino amargará.
Mezclamos el té con el
sirope de melocotón y dejamos enfriar.
Por último lo pasamos a
una jarra o botella y dejamos en el frigorífico para que solamente tengamos que
ponernos hielos en un vaso antes de beberlo.
¡A disfrutar! Y tener en
cuenta que el té negro por la noche no es lo más recomendable si queréis
dormir...
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