Dignos de la casa de la Preysler. En vuestros cócteles, en
una bandeja formando una torre en la mano de un camarero, acompañados con una
copa de champagne y vuestros comensales
quedarán admirados por este bombón. También quedarán maravillados en la comida del
domingo, antes del cordero asado, con vuestro
cuñado contando sus batallitas y el vino con casera en el vaso.
Es un aperitivo muy fácil de hacer y sorprendente si os
gusta la mezcla de dulce y salado. Pero si no podéis conseguir el colorante
dorado no pasa nada. Es algo más visual que no aporta nada de sabor. En ese
caso le cambiáis el nombre y les llamáis delicias de queso con manzana y
almendras y todo arreglado.
Para unas 12 bolas (dependiendo del tamaño que las hagáis):
Un rulo de queso de cabra de 180 gramos
Una manzana
1 cucharada de azúcar o panela
Un chorrito de brandy o ron
125 gramos de almendra crocanti
Spray o colorante en polvo de color dorado (opcional)
Pelamos y partimos en trozos pequeños la manzana. La ponemos
en un bol con el azúcar y el licor. Tapamos con papel film y cocemos en el
microondas durante unos 4-5 minutos. Si veis que aún sigue dura la volvéis a
meter un par de minutos más.
Al sacar del microondas la mezclamos con el queso de cabra
troceado. Al estar la manzana caliente nos ayudará bastante con el proceso.
Llevamos al frigorífico un mínimo de media hora.
Pintamos con spray dorado o bien con colorante dorado en
polvo. Este último se aplica mojando un pincel en el colorante y directamente
pincelar las bolitas.
Si lo deseamos metemos en cápsulas de trufas y reservamos
hasta el momento de servir en la nevera.
¡Que disfrutéis de este aperitivo!
0 comentarios:
Publicar un comentario